Joel y Eddie estaban hartos de tener que castigar a sus hijastros todo el tiempo porque ninguno de los dos hace sus tareas ni sus quehaceres, por lo que les prohibieron jugar videojuegos hasta que terminaran con sus tareas escolares. Cuando entraron a la sala de estar, no se sorprendieron al darse cuenta de que los chicos no los estaban escuchando, pero se sorprendieron al verlos experimentado el uno con el otro.
Opción 1
Enjoy
OPCIÓN 2
